Dentro de dos dias celebraremos un año de ruta “Basado en Sueños Reales”, y parece que fue ayer cuando acabamos de empacar nuestras cosas y partíamos rumbo a lo desconocido, el uno con el otro...
Hoy, nos miramos al espejo y vemos a dos personas con el rostro algo mas viejo, con unos ojos curiosos, una gran sonrisa casi permanente y la mente abierta a infinitas posibilidades.
Con una percepción de que el mundo es un lugar mejor de lo que
quisieron hacernos creer, en gran parte gracias a las personas que lo
habitan, con la incertidumbre como compañera, ya no como enemiga y
convencidos de que con un poco de dinero y muchas ganas se puede viajar a
cualquier parte del globo.
Recorrer en bicicleta nos permite exprimir cada segundo de libertad, sentir el viento en la cara, la tensión en los músculos; observar la naturaleza en estado puro, crear y disfrutar nuevas amistades; contemplarnos sin contexto y experimentar la felicidad día a día.
Todo esto a hecho superar nuestras expectativas de viaje.
Aunque estamos lejos de casa, hemos descubierto nuestra fórmula para hacer de cualquier lugar un hogar. Rodamos con la cabeza llena de proyectos para el nuevo año y los que vengan.
No sabemos cual es la receta de la felicidad, pero apostamos a que incluye una bicicleta y viajar.
El camino continúa para comernos las subidas y bajadas de Perú, descubrir Ecuador, pedalear Colombia y dar el gran salto a Centroamérica.
Esto, como siempre, es tan solo un esquema al que adaptarnos, una meta lejana que dirige el rumbo de nuestros manillares.
Esperando también los encuentros y reencuentros que nos depararán los próximos meses, y siendo cada día más conscientes de que este viaje no habría sido posible sin el apoyo que a diario recibimos. Gracias, gracias y gracias.
Salud y buen pedal!
Recorrer en bicicleta nos permite exprimir cada segundo de libertad, sentir el viento en la cara, la tensión en los músculos; observar la naturaleza en estado puro, crear y disfrutar nuevas amistades; contemplarnos sin contexto y experimentar la felicidad día a día.
Todo esto a hecho superar nuestras expectativas de viaje.
Aunque estamos lejos de casa, hemos descubierto nuestra fórmula para hacer de cualquier lugar un hogar. Rodamos con la cabeza llena de proyectos para el nuevo año y los que vengan.
No sabemos cual es la receta de la felicidad, pero apostamos a que incluye una bicicleta y viajar.
El camino continúa para comernos las subidas y bajadas de Perú, descubrir Ecuador, pedalear Colombia y dar el gran salto a Centroamérica.
Esto, como siempre, es tan solo un esquema al que adaptarnos, una meta lejana que dirige el rumbo de nuestros manillares.
Esperando también los encuentros y reencuentros que nos depararán los próximos meses, y siendo cada día más conscientes de que este viaje no habría sido posible sin el apoyo que a diario recibimos. Gracias, gracias y gracias.
Salud y buen pedal!
